Los avances tecnológicos de nuestros días permiten averiguar ciertas cosas en torno a nuestra salud que antaño hubiese sido imposible conocer, y que nos posibilitan el hecho de adaptar la alimentación de cada día a las necesidades e intolerancias particulares de cada persona. En este sentido, hoy sabemos que determinadas moléculas como la lactosa o proteínas como el gluten, pueden ocasionar serios problemas de salud relacionados especialmente con los problemas estomacales, y su identificación constituye un mundo para todo aquel que los sufra. Poder identificar de manera concreta dichas intolerancias supone un antes y un después en el cuidado de nuestra salud, pues permite adaptar la alimentación de forma conveniente para evitar el sufrimiento y no tener que renunciar a una dieta sana y equilibrada.
Problemas de intolerancia al gluten y celiaquía
La intolerancia a la proteína del gluten puede ir desde simples molestias estomacales leves al consumirla, hasta la afección de la enfermedad conocida como celiaquía, cuyas consecuencias pueden ser mucho más graves con resultados de diabetes o cáncer de colon, debidos al daño que dicha proteína puede causar especialmente en el intestino delgado.
En este tipo de casos sería necesario realizar una dieta libre de gluten, y para ello es fundamental conocer en qué tipo de alimentos se encuentra presente esta proteína:
- Determinados dulces, especialmente aquellos prefabricados.
- Panes, cereales y pastas.
- Preparados de sopa en cartones, sobres y pastillas.
- Bebidas alcohólicas, como la cerveza.
- Embutidos y salchichas.
- Surimis y demás imitadores de marisco fresco.
El gluten se encuentra más presente cuanto menos natural sea la dieta, lo que quiere decir que resulta esencial realizar una alimentación basada en una dieta simple y de estilo mediterráneo, permaneciendo atento a aquellos alimentos que contengan trigo, cebada, centeno, determinadas harinas…Pero no solo podemos encontrar gluten en los alimentos, ya que muchos medicamentos y suplementos alimenticios también lo contienen, complejizando así su eliminación de una dieta al desconocerse este hecho o a la no etiquetación adecuada de los productos. Del mismo modo, otro tipo de productos como es el caso del maquillaje u otros objetos relacionados con las manualidades y la primera infancia, como es el caso de la plastilina, pueden contener también gluten y afectar a aquellas personas sensibles e intolerantes al mismo solo con tocarlos, de manera que hay que tener una especial vigilancia si necesitamos mantenernos alejados del gluten por razones de salud, especialmente es casos que afecten a niños y a personas mayores.
La importancia de mantenerse bien informados
Afortunadamente hoy es más sencillo elaborar un sistema de alimentación libre de gluten que antaño, que era casi imposible, lo que puede conseguirse gracias a la información y al apoyo médico consistente en abrir posibilidades e informar sobre todos aquellos alimentos sanos que no contengan esta proteína y que son muy abundantes, como las frutas, casi todos los productos lácteos, las verduras, las carnes sin adobar, los arroces libres de salsas, semillas como la quinoa, harinas de maíz o patata, bebidas como el vino o la sidra…
Cuando la alimentación no se realice en casa será necesario mantenerse informados sobre los menús elaborados para intolerancias, consultando a los responsables directos del restaurante y/o cocineros cuando fuese necesario y tuviésemos dudas con respecto a los ingredientes de una determinada comida, con el fin de evitar posibles reacciones alérgicas e intolerancias que pudiesen arruinar el resultado de cualquier celebración o reunión en un lugar especial.
La información es poder, y aunque hoy en día tenemos mucha y más abundante sobre este tipo de intolerancias alimenticias, todavía es fácil encontrarse con etiquetados deficitarios o incluso falsos, que podrían conducir a errores y a malas compras poco beneficiosas para la salud. Pero ojo, buscar la etiqueta “libre de gluten” será prioritario para aquellas personas intolerantes al mismo y para los enfermos de celiaquía, pero no para el resto de personas que no tengan constancia de dicho problema ni padezcan ningún tipo de intolerancia. Es importante recordar que no podemos dejarnos llevar por modas y creer que el gluten es perjudicial para todo el mundo, pues su consumo en realidad es necesario para una dieta sana y equilibrada y siempre que no exista ningún problema de salud asociado al mismo.